Despedida… Objetivo: exámenes.

Sola he de enfrentarme al espejo una vez más. Creí encontrarte al verte, al percibir tu mirada entre otras sombras, entre otros cuerpos que bailaban al ritmo que la vida les marcaba, siempre a destiempo. Creí que eras tú, ese que iba a romper con los pasos que yo me había autoimpuesto, que iba a alcanzar mis ansías y a juntar mis recuerdos con sus recuerdos y a recrear una vida, en comunión con lo ya hecho, con lo que aún queda o no por hacer. Pero mentira, es cierto, crece, aprende y despierta de una vez del cuento, que unos ojos licántropos y una sonrisa envuelta en un gorro con profundidad rubia no puede hacerme creer en la existencia de un mañana mejor. Lo dejo, abandono como cada día, como cada noche al acostarme con mi cuerpo y esconderme de la magia que me permite recrearte como se que no eres, como se que nunca serás. Por eso, quizás sea mejor no conocerte. Te concedo el beneficio de la duda.

Última noche para caer en la caótica muerte en vida que esta ciudad ofrece como recuerdo de tantas otras formas de vivir lo que ahora eres y ya no puedes cambiar. Una obra de teatro llena de realidades opuestas, criticalizadas, perfecta. Un concierto digno de artistas, poetas, o amantes de las venas abiertas en escenarios cerrados y una compañía inmejorable.

Y yo solamente quiero escuchar el latido de tus pasos recorrodiendo cada centímetro de mis miedos, hasta fundirte y convertirte en una estatua para guardarlo como el trofeo que no gané.

En fin. Buenas noches hasta nuevo aviso. Cerrado por falta de tiempo del personal. Escribiré cinco minutos después, de no se que día y no se a que hora… pero después.

PD: ¿Para qué encontrarte si no me reconoces al verme pasar? Ondeo un cleenex blanco en un palo roto… me rindo. No pienso buscarte nunca más.

Deja un comentario

Archivado bajo Alcohol en vena, Creando, Descubriendo el mundo, Desequilibrio, Desvaríos, Gritando, Locura transitoria, Personal, Presente, Respirando, Sintiendo, Vida

Deja un comentario